3 cosas que nos irritan de la tecnología informática: (Venturas y desventuras del profesional de IT: Parte 2)
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- Escrito por Alejandra Dantur
Para los informáticos, hay facetas incómodas e irritantes en estos tiempos de avances exponenciales . . .
¿Alguna vez tuvo ganas de cachetear a un vendedor de software después de escucharle por tercera vez “visibilidad”, “escalable”, “convergencia”, bla etc? ¿Alguna vez se sintió intimidado por una conversación sobre el último “gadget”/software/equipo/sigla que Ud. ni maneja ni conoce?.
Puede leer en nuestra sección de Blogs la primera parte de este artículo "Venturas y Desventuras del Profesional de IT" (Parte 1) Una mirada aguda pero descontracturada del quehacer de sistemas, dentro y fuera del ámbito laboral. |
Pero hay facetas incómodas e irritantes en estos tiempos de avances exponenciales, que merecen un poco de “terapia de grupo” para lidiar con ellos con la frente alta. Nuestras objeciones no tienen que ver con la tecnología propiamente dicha, sino con el manejo que los seres humanos hacemos de la misma durante el proceso de nacimiento e inserción.
Claro, el usuario final NO informático tiene otros recursos para convivir con la frustración tecnológica: la ignora, la adopta igual y no la usa, o se jacta de ser un excéntrico refractario a las innovaciones. Tienen indulgencia plenaria por ser "víctima" (en vez de victimario) de esta industria.
Pero nosotros, profesionales de IT, embajadores de lo nuevo, somos quienes debemos entender, explicar, evaluar, decidir, programar, implementar... en definitiva, hacer que la cosa sirva, funcione y justifique el oneroso proyecto del que somos promotores o parte.
Así que le contamos algunas cosas que nos crispan para que Ud. sepa que no está solo.
Desventura # 2: Es jerga insoportable
Hay una suerte de manía compulsiva por parte de vendedores, analistas, prensa especializada, por intentar transmitir ideas sepultándolas debajo de la jerga profesional de moda. Nuestra industria acuña terminología y frases, tal vez útiles individualmente o dentro de un contexto, pero que, amontonadas y repetidas cual canción de cuna, carecen absolutamente de significado. Dicho de otro modo, dicen sin decir, como si los conceptos concretos, ejemplos clarificadores, fueran cosa asumida. Por ejemplo, ¿qué tal este "brochure"? :
“Cloud Computing se centra en el usuario y ofrece un modo de adquisición y suministro de servicios muy efectivo que se define y caracteriza por su escalabilidad elástica, por una excepcional experiencia de usuario, y por definir un nuevo modelo económico basado en una nueva forma de consumir servicios.”
¿Entendió? Ahora explíquele a la alta gerencia porqué cuesta una cifra con cinco ceros.
Más aún, si Ud. no goza de una franca bilingüidad, está a merced de las mediocres traducciones. “un entorno colaborativo de clase universal (será “worldclass”?) basado en la web (web based ?) respaldado por un repositorio corporativo escalable (scalable enterprise repository?) que asegura una gestión efectiva de su negocio orientado a procesos (Business Process Oriented??!)”. ¡Achalay! ¿Qué hace en definitiva “eso”? ¿Es un producto, un servicio, o qué es?
Los conceptos esenciales sólo llegan cuando algún tenaz informático con pies sobre la tierra, decide desarmar el discurso críptico, explicar en el llano lo que un producto hace o promete. Así que ¡Felicidades! Tiene ud. un nuevo trabajo.
Desventura #3: No me siento representado
Sus casillas están atestadas de blogs, newsletters, folletos, conferencias, “podcasts”, etc. de los cuales, si ud. es aplicado, intentará leer una mínima proporción. Pero la mayoría parecen estar allá arriba, en el Monte Olimpo, ocupadísimos con los dioses de lo último o de lo que aún no se inventó, en una suerte de presbicia tecnológica que parece ignorar lo que se vendía anteayer.
Mientras tanto, allá abajo, el grueso de nosotros lidiamos con la tecnología “instalada”, en otras palabras, los productos vigentes hoy, que fueron tendencia hace dos, cinco, hasta diez años atrás.
Nada personal con la versión "4" hoy en los titulares, pero me parece que el 80% de la gente todavía no instaló la "3". Es interesante conocer las estrategias de programación con el engine "XX" anunciado para el año que viene, pero cabe recordar que por largo rato seguiremos en la versión "JJ", (si es que, con suerte, no le cambiaron el nombre).
El "hype" mediático no nos representa. Por supuesto, analizar y discutir tendencias es una parte esencial del trabajo del hombre informático, pero es menester recordar QUE LO QUE SE MUESTRA EN LAS VIDRIERAS NO ES UN REFLEJO DE LA BASE INSTALADA, y nuestra problemática cotidiana pasa por otro lado.
Desventura #4: Solo sabemos que no sabemos nada.
Que vivimos en tiempos de cambios exponenciales, no es novedad para nadie.
La información técnica se DUPLICA cada 2 años. Los diez puestos de trabajo más requeridos en el mundo no existían en 2004. Si Wikipedia fuera un libro, tendría tres millones de páginas. El ciclo de vida útil de los productos tecnológicos se acorta, tendiendo a 0. Por cada cosa que Ud. aprende se están inventado 500 nuevas que Ud. no sabe y tal vez nunca sabrá. Por cada producto que Ud. elige, hay varios que vio y descartó pero muchísimos que ni se enteró que existen.
(De paso, hay un video IMPERDIBLE sobre esto, si no lo vio aún, interesantísimo "LIVING IN EXPONENTIAL TIMES", http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=lUMf7FWGdCw)
Si miramos el horizonte, es vértigo puro. La revolución móvil, imágenes 3D, realidad aumentada, “In memory computing”, virtualización y “cloud computing”, innovaciones que superan las fantasías de Verne y Bradbury.
La imposibilidad de abrazar el universo de conocimientos en nuestra disciplina, asusta, apabulla, pero es INEXORABLE. Ya nunca vamos a tener o saber lo último, sino apenas lo “próximo”.
No hay más gurúes universales, sólo especialistas en tales o cuales partes del elefante.
Es el momento de asumir que van a haber muchos ritmos de baile que no vamos a dominar, tal vez ni conocer su música. Sonarán trompetas de muchas tecnologías que nos serán ajenas, siglas que no podremos (¡ni debemos!) entender, experiencias que no vamos a transitar y NO por ello seremos informáticos de menor talla.
Debemos desarrollar la aptitud para discriminar qué cosas abordar, cuáles descartar. Cuando sea menester, debemos interactuar con otros especialistas, acostumbrarnos al trabajo interdisciplinario. Debemos adquirir esa maravillosa base de sabiduría “metacognitiva” que nos permite captar la idea general, ubicar lo nuevo dentro de un contexto, saber cómo acceder al conocimiento práctico cuando hace falta.
La nuestra es la era de la "metacognición". (¡Tema de otro blog!)
Continuará . . .
¿A usted, qué lo irrita de la tecnología informática? Cuéntenos cómo vive estas desventuras. . .
A.D.
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